Hay personas con niveles elevados de ansiedad o estrés que no logran relajarse incluso estando de vacaciones. Al contrario, aumenta su angustia en este período de receso, impidiendo un descanso real. En RESA, queremos darte algunas ideas para que dejéis de pensar en vuestra marcha de casa para empezar la universidad, o en la mudanza a la nueva residencia, o en la separación de vuestros amigos y familiares. En fin, todo aquello que os angustia al recordar que estáis a punto de terminar las vacaciones.
Los días de vacaciones deben ser sinónimo de tranquilidad, descanso y ocio. Uno debe relajarse, dejar la mente en blanco y disfrutar sin pensar en los problemas y/o temores que esperan al final de las vacaciones.
Pero… ¿Tan malo es el estrés?
Pues no. De hecho, es un sentimiento natural, diseñado para hacer frente a las situaciones difíciles. En pequeñas cantidades es bueno porque nos empuja a trabajar duro y a hacerlo mejor. Nos ayuda a concentrarnos, redundando en nuestro tiempo de reacción (por ejemplo: en situaciones de estrés, como en un examen, nuestro rendimiento académico puede ser mejor)
Pero si estáis sintiendo alguno de los siguientes signos:
- Irritabilidad y problemas de sueño
- Dolores de cabeza y/o mareos
- Pérdida del apetito
- Ansiedad (sentimientos que van desde el malestar al pánico severo y paralizante)
- Sequedad en la boca
- El estómago revuelto
- Palpitaciones (latidos del corazón)
- Transpiración poco común
- Falta de aliento
- Depresión
Debéis tomar las riendas y controlarlo. Dentro de las técnicas más exitosas probadas por los especialistas del tema se encuentran:
La ayuda que puedes proporcionarte tú mismo:
Evalúa que es lo que te causa la ansiedad exactamente (los exámenes, el dinero, las relaciones con los demás…)
· Si eres capaz de determinar qué tienes que cambiar para aliviar la presión ¡¡¡hazlo!!! ¡No te detengas a pensarlo o a quejarte! Siempre tenemos la opción de emprender cambios en nuestro comportamiento para mejorar lo que nos agobia.
- Come bien, duerme lo suficiente, haz ejercicio regularmente y reduce el consumo de alcohol.
- Haz algo productivo. El sentirnos útiles y activos es una de las mejores medicinas para el estrés.
- Trata de no preocuparte por el futuro, ¡Ya te OCUPARÁS cuando llegue!
- Nunca te compares con los demás, y menos si lo haces mirando tus debilidades y no tus fortalezas.
- Los ataques de pánico, el asma, las alergias y los malestares psicosomáticos, pueden disminuirse si concentras tu atención en algo fuera de ti. Ej. Una excelente película, un buen libro o, mejor aún, una interesante charla, etc.
- Los ejercicios de relajación y respiración también te pueden ayudar.
- Desahógate, habla de aquello que te molesta con algún familiar o amigo.
- Toma conciencia de que en la vida sólo existe el presente y, que las tareas pendientes ya solo se completarán después de las vacaciones.
- El estrés tiene una relación directa con la competitividad y el consumo: despreocúpate de quién gana la carrera en la piscina, o quién se sumerge más hondo en el mar, etc.
- Sé flexible en las vacaciones, sé libre de ir a la playa, o al museo, o a una fiesta, o quédate simplemente leyendo. La regla principal es disfrutar.
Ayuda profesional
Si el estrés y la ansiedad son recurrentes y os resultan muy difíciles de resolver, no luchéis solos. Buscad la ayuda de un profesional ya que la ansiedad puede afectar seriamente a la capacidad de raciocinio y la toma de decisiones.
Enlaces de interés:
https://www.studygs.net/espanol/stress.htm
By: Irupé Barroeta