Enero ha sido un mes realmente complicado. Los escritorios de nuestros residentes y las salas de estudio rebosaban de papeles y más papeles, cafés y bebidas energéticas. Había que aprovechar hasta el último momento. Había mucho en juego.
Pese al estrés y las pocas horas de sueño, los residentes del C.M La Concepción no perdieron en ningún momento el buen humor. Se animaban entre ellos, se ayudaban y sobre todo, nunca les faltaba una sonrisa.
Ahora, después de un duro mes ya pueden respirar tranquilos. Pueden recuperar las horas de sueño y, por fin, salir a la calle. Ya podéis decirle adiós a esas semanas en pijama y a la luz del flexo porque la »clausura» ha finalizado
¡Enhorabuena a tod@s!
Por: Ana Macías