Capitulo 1
El momento ha llegado, habéis abandonado el hogar familiar (¡bien!), ya no compartís habitación con vuestro hermano pequeño o mayor (¡bien!). Organizáis vosotros mismos el tiempo para ir a clase, comer, dormir, salir con los amigos… (¡bien, bien, bien!), pero, ¡oh, cruel realidad!, eso no es todo. Los platos sin fregar, la ropa por lavar, doblar y/o planchar… y así una larga lista de etcéteras que a más de uno le puede superar.
En RESA no pretendemos que os arrojéis al duro mundo de la vida independiente, sino más bien todo lo contrario. En esta guía intentaremos daros “truquillos” útiles para facilitaros las tareas diarias y de paso, evitar dañar el medio ambiente.
Primer paso: familiarizarse con la cocina.
Las cocinas de RESA son pequeñitas pero muy prácticas, por lo que te harás con ellas en un momento. Te será muy útil el microondas ya que podrás hacer muchas y variadas recetas de una forma rápida, fácil y sin ensuciar mucho (sobre todo recuerda tapar los productos con la tapa especial). Hay muchos platos cuya cocción en microondas es prácticamente igual a la de la cocina tradicional. Encontrarás muchas ideas en: Cocina al microondas.
Pasamos al frigorífico, “ese gran desconocido”. Organizar bien los alimentos dentro de la nevera te permitirá ahorrar energía y dinero, ya que si tienes los productos bien colocados, evitarás que caduquen. Las verduras en el cajón inferior y los huevos y los productos abiertos, en la puerta. No metas alimentos calientes, ya que hará subir la temperatura del frigorífico y como consecuencia producirá un gasto excesivo y contaminante de energía, además de la posibilidad de que se estropee.
Y ahora llega el duro momento de la verdad. Seguro que a más de uno le ha pasado alguna vez que al ir al congelador a por las pechugas de pollo ha tenido que escarbar en la nieve hasta encontrarlas: ha llegado el momento de descongelar el frigorífico.
Lo que nunca debes hacer es intentar quitar la capa de nieve con un cuchillo. Podrías pinchar el circuito por el que va el gas refrigerante y romperlo.
Si tienes muchas cosas dentro y no puedes dejarlo desenchufado hasta que se descongele solo, introduce un cacharro con agua muy caliente en el congelador y verás como las placas de escarcha se desprenden fácilmente. Cuando hayas terminado, pasa un trapo seco y listo.
Otro problema habitual en la cocina es el fregadero atascado. En este caso, además de procurar no tirar restos de comida en el mismo, puedes utilizar un producto para desatascar. En el mercado hay muchos, pero son caros y suelen ser altamente contaminantes. Una solución natural es mezclar bicarbonato y sal con agua caliente y verterlo por el desagüe. Déjalo reposar al menos una noche y al día siguiente abre el grifo de agua caliente hasta que veas que “traga” bien.
Para limpiar las manchas de cal en los grifos, frótalos con un paño humedecido en vinagre y luego pasa uno seco.
Para eliminar los malos olores de la nevera, puedes colocar un recipiente con un poco de bicarbonato sódico. Éste absorberá los malos olores. También puedes utilizar café molido en lugar de bicarbonato, o la cáscara de un limón. Es igual de efectivo y seguramente lo tengas más a mano.
Aquí termina el primer capítulo de nuestra guía. Esperamos que estos consejos os resulten útiles. Si conoces trucos similares, o quieres contarnos alguna experiencia divertida relacionada con las tareas domésticas, escríbenos tus comentarios en el blog y/o a comunidad@resa.es
Por: Olga Arévalo