Antes de entrar en la facultad, mis padres y mis abuelos me explicaban que la vida universitaria iba a ser una experiencia única! Algunos de mis amigos, en cursos superiores, me decían que iba a pasar por aventuras que nunca antes había imaginado
Los cambios a tener en cuenta al empezar la universidad eran muchísimos. La primera decisión que debía tomar era una de las más importantes: ¿dónde iba a vivir?
Estando acostumbrada a convivir con mi familia, me pareció que vivir sola era inconcebible, pero al mismo tiempo compartir piso con un desconocido me resultaba demasiado…, demasiado extraño. En una noche de insomnio aproveché para echar un vistazo a otras opciones y fue entonces cuando tome la decisión de vivir en una residencia universitaria, concretamente Colegio de Cuenca de Resa en Salamanca. Ya ha pasado año y medio y no me arrepiento en lo más mínimo.
La residencia esta tan cerca de mi facultad ¡a tan solo a unos 20 metros! Y el montón de actividades organizadas por la residencia han sido una gran ayuda para superar la morriña, conocer gente nueva y poder empezar una nueva vida en esta hermosa ciudad.
En menos de un mes una habitación neutra y totalmente impersonal empezó a cobrar vida y poco a poco, se convirtió en un remolino de ropa, libros, diversión, fotos y amigos. Conocí a los vecinos, al compañero de cocina, a estudiantes extranjeros…y todos estaban en la misma situación. Me he convertido en una chef de la cocina SOS, de las sopas instantáneas, de los espaguetis carbonara,…descubrí cuales son los sándwiches de las máquinas de vending que llenan más y un montón de cosas más.
Disfruto mucho del gimnasio, billar, futbolín, sala de televisión, de cine y al menos tres salas de estudio en cada piso. Aparte, hay una mini-biblioteca, que nos viene muy bien en la época de exámenes. Me resulta muy grato que la lavandería autoservicio y la zona office (de comedor/cafetería) sean también otros puntos de encuentro entre los residentes. Y ni hablar de que tenemos un “Macgyver” personal, Dani, que si tienes el más mínimo problema, basta con llamar a recepción y aparece en tu cuarto para resolverlo en un momento.
En fin que Colegio de Cuenca, tiene una dinámica muy especial y ofrece la posibilidad de disfrutar de un montón. Por ejemplo: A principio de curso nos han llevado de excursión por Salamanca, y hemos tenido jornadas de integración así como una Fiesta de Bienvenida, también hemos participado en programas de radio, rutas de senderismo, visitas de la tuna, talleres de cocina, torneos de fútbol y clases de zumba, aeróbic y un largo etc.
Gracias a eso, y a los compañeros, esta residencia ha pasado de ser una simple habitación con cocina compartida a ser mi nuevo hogar.
«Y estando ya casi a mitad del curso lectivo (¡ánimo a los que estén de exámenes!), sólo puedo esperar que el año que viene sea igual de bueno que este ¡Os deseo a todos una Navidad excelente y que vuestros codos no acaben muy resentidos! ;D
¡Pasad muy buenas fiestas!
Por: Sara Santos