Ahora, que lleváis una temporada estudiando, os habréis dado cuenta de que muchas veces la capacidad de la inteligencia intelectual no se basta sola para manejar muchas de las situaciones diarias. Así que esta semana os queremos hablar de la teoría de Edward Bono:Seis sombreros para pensar (1985), que seguro que os resultará útil para vuestra vida diaria, especialmente, cuando necesites convencer a los demás de por qué llevas tú la razón, o argumentar cual es la mejor decisión a tomar en un grupo, etc. 😉
¿De qué va esto? Pues os lo resumimos…
Bono sostiene que generalmente, los únicos que están satisfechos con su maravillosa capacidad de pensamiento son aquellos pobres pensadores que creen que el objetivo de pensar es probar que tienen razón para su propia satisfacción. Y esto solo es muestra de una visión limitada del poder del pensamiento. Un excelente pensador requiere de una habilidad operativa que se puede mejorar del mismo modo que se podría en el fútbol o en la cocina.
Cada sombrero puede, y debe usarse, como una herramienta imaginaria que permita representar el rol del color de sombrero que se este utilizando. Estos diferentes roles brindan una aceptación, formalidad y a la vez una conveniencia que de otra forma sería muy difícil de lograr debido a nuestro propio juego de egos.
¿Qué tipo de pensamiento indica cada sombrero?
El Sombrero Blanco: escenifica la neutralidad, la imparcialidad y la objetividad. Son los hechos explicados sin ningún tipo de juicio.
El Sombrero Rojo: representa el sentimiento, las reacciones viscerales o instintivas. La impulsividad y la primera reacción ante un estímulo, sin dar explicaciones. Permite que el pensador explore los sentimientos de los demás y es el que se encarga de los juicios complejos, presentimientos, intuiciones, sensaciones, preferencias, sentimientos estéticos y otros tipos no justificables de modo perceptible.
El Sombrero Negro: Incluye el juicio negativo, la lógica aplicada a identificar defectos o barreras, buscando todo lo que no encaja y las cosas que resaltan en sentido negativo. Es el pensamiento más usado y por este motivo muchos creen que la función principal del pensamiento consiste en usar el sombrero negro. Sin embargo, esa práctica deja de lado por completo a la creatividad, originalidad y capacidad constructiva del pensamiento.
El Sombrero Amarillo: Este es el juicio positivo. Es la lógica aplicada a encontrar beneficios, buscando la armonía de los factores y la coherencia total.
El Sombrero Verde: Aquí está el pensamiento creativo, el que aporta informaciones de cuestionamiento, provocación e investigación. Propone nuevas ideas y proyectos y los hace evolucionar.
El Sombrero Azul: Es el proceso de control, el pensamiento sobre lo pensado, la analítica pura y dura. El sombrero azul es el sombrero del control. El pensador del sombrero azul organiza el pensamiento mismo.
El pensador de sombrero azul es como el director de orquesta capaz de dirigir y organizar el uso de los otros sombreros.
¿Que pensáis? ¿Qué color de sombrero es el que normalmente usas? ¿y cuál es el que soportáis menos?
Por: Irupé Barroeta/ Mar Miralles